Fue identificado como José Luis Báez, se encontraba en situación de calle y tenía graves antecedentes penales.
El hombre que fue encontrado muerto en un lago de los Bosques de Palermo fue identificado como José Luis Báez, quien poseía antecedentes por abuso sexual, amenazas, robos y hasta por un homicidio registrado en julio de 2021 por el que fue declarado inimputable porque padecía trastornos psiquiátricos.
Los investigadores aseguraron que el hombre, quien vivía en situación de calle, registra antecedentes desde 2018, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia de Chaco, y que el último registro fue el pasado 5 de septiembre cuando se le inició una causa por «amenazas agravadas por el uso de arma blanca».
Este martes, el Cuerpo Médico Forense (CMF) le remitió al fiscal de la causa, Matías Di Lello, un adelanto de las conclusiones preliminares de la autopsia practicada al cadáver del Báez, que hasta ese momento no estaba identificado.
Según fuentes de la investigación, los médicos forenses le informaron al titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 53 que, tal como habían visto ayer los peritos de la Unidad Criminalística Móvil (UCM), el cuerpo no presentaba ningún tipo de lesión.
A su vez, descartaron que haya muerto ahogado, por la escasa presencia de plancton y/o agua en los pulmones y en el tracto respiratorio.
Los médicos detectaron un «edema encefálico difuso», aunque para tener precisiones sobre el mismo se deberá esperar un examen histopatológico, el cual demora entre 20 a 30 días para la obtención de un resultado.
Los voceros indicaron que este edema encefálico difuso podría tratarse de un accidente cerebro vascular (ACV), entre otros diagnósticos, aunque hay que confirmarlo con los estudios complementarios.
Además, una fuente judicial indicó que otros estudios relevantes serán los «toxicológicos» sobre las muestras de sangre y orina extraídas a la víctima.
«No se puede descartar una muerte vinculada al abuso de alguna sustancia», dijo a Télam esa fuente consultada.
En tanto, el hombre, que aparenta tener entre 35 y 40 años, aún no pudo ser identificado, entre otras razones porque las yemas de sus huellas dactilares estaban deterioradas por su permanencia en el agua.
Por ello, peritos especializados en dactiloscopia estaban sometiendo las huellas a un procedimiento especial para intentar obtener las improntas originales y que sean aptas para un cotejo con las bases de datos.
El cuerpo presentaba además dos tatuajes que pueden colaborar en las tareas de identificación: uno en la espalda con un diseño de un escorpión o similar y un toro en el brazo izquierdo.
Asimismo, si bien no tenía ningún tipo de documento, entre sus ropas fueron recuperadas dos tarjetas SUBE para transporte público que estaban siendo analizadas para saber si están registradas a nombre de alguien, aunque ello no significa que le pertenezcan a la víctima.
El cadáver de Báez fue hallado el lunes por la mañana en el lago Victoria Ocampo de la plaza Sicilia, situada en el cruce de las avenidas Sarmiento y Berro, el mismo sitio donde el 30 de agosto último fue asesinado de una puñalada durante un asalto el ingeniero civil Mariano Barbieri.
Ante un llamado a la central de emergencias 911, al lugar arribó personal de la comisaría vecinal 14C, con jurisdicción en la zona, y de Bomberos de la Policía de la Ciudad, quienes trabajaron en la extracción del cuerpo.
El cadáver apareció a medio metro de la orilla y pertenece a un hombre mayor de edad aún no identificado que fue revisado por peritos de la UCM de la Policía de la Ciudad, que establecieron que llevaba entre 8 y 12 horas de fallecido.
La víctima vestía short bordó, remera negra, una campera polar, medias y zapatillas, además de un barbijo celeste, según describieron las fuentes.
Entre los elementos que se hallaron hay un cigarrillo armado y en una bolsita con una sustancia vegetal, que los investigadores creen que puede ser de tabaco o marihuana.
Además, los pesquisas analizaban esta tarde las cámaras de seguridad de la zona que pudieron haber captado el momento en el que el hombre ingresaba a la plaza y, en ese caso, si estaba solo o se hallaba con alguien.
De hecho, las filmaciones de los alrededores de la Plaza Sicilia fueron la clave para lograr esclarecer el crimen del ingeniero civil Barbieri, ya que los pesquisas lograron establecer el camino que realizó el presunto homicida y, luego, identificarlo.
Las fuentes de la investigación aseguraron a Télam que dentro de la plaza no fueron instaladas cámaras de seguridad, aunque sí se incrementó la iluminación tras el asesinato de Barbieri.
La causa, a cargo del fiscal Di Lello, está caratulada por el momento como «averiguación causales de muerte dudosa».